Jeremías 17:7-8 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echara sus raíces, y no temerá cuando venga el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequia no se fatigara, ni dejara de dar fruto.
En estos versículos podemos encontrar la bendición que recibimos al acercarnos a Dios, la Biblia dice que seremos como un árbol que no temerá, la hoja estará verde, no se fatigara y no dejara de dar fruto y todo esto por una sola razon, que esta junto a las aguas y estamos, recibiendo vida. “Junto a la corriente echara sus raíces”. Es impresionante porque nosotros no podemos ver las raíces de un árbol, y tampoco nuestras raíces, eso no significan que no tengamos raíces. Permítame mostrarle un ejemplo de un tipo de raíces que todos tenemos. Cuando estamos entre un grupo de personas con facilidad podemos determinar de qué país es una persona por la forma de hablar, y de actuar, es decir por sus raíces culturales. De este mismo modo las personas en nuestra sociedad reconocen fácilmente cuando nuestras raíces son espirituales.
Nuestras raíces están creciendo diariamente porque esta es su naturaleza, la pregunta es ¿De donde nuestras raíces están tomando vida? La respuesta no es muy difícil, pues solo tenemos dos fuentes: la fuente de vida con Jesús y la fuente de perdición con el enemigo. Puesto que la función de la raíz de toda planta o persona es para brindar apoyo en los momentos difíciles, es importante darnos cuenta, donde nos apoyamos nuestros momentos de prueba. Si tenemos un buen apoyo los problemas no nos harán caer. Pero si nuestro apoyo no esta puesto en Jesús probablemente nos hundiremos junto con el problema.
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